Congreso de Vocaciones “¿Para quién soy? Asamblea de llamados para la misión”

Han sido unos días intensos, muy movidos, llenos de gozo en el Señor. El Congreso de Vocaciones “¿Para quién soy? Asamblea de llamados para la misión” se celebró del 7 al 9 de febrero de 2025 en el pabellón “Madrid-Arena” de la Casa de Campo de Madrid. Organizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), reunió a aproximadamente 3.000 participantes de las 70 diócesis españolas, incluyendo 65 obispos, 54 movimientos y asociaciones laicales, y 120 congregaciones. Ahí se encontraba un grupo de Hermanitas de los Pobres, donde han podido apreciar las diversas vocaciones en el seno de la Iglesia y, al mismo tiempo, dar testimonio del gozo de entregarse al Señor en la persona de los más desfavorecidos.
El objetivo principal del congreso fue celebrar una gran fiesta de la Iglesia que la mostrara como “asamblea de llamados”, ayudando a reconocer que el Señor sigue llamando a la vida, a la fe y a la misión. Se buscó fortalecer la cultura vocacional para que cada persona pueda descubrir su vocación y alcanzar la plenitud a la que ha sido llamada.
Durante el evento, se llevaron a cabo diversas actividades, incluyendo ponencias, talleres, experiencias y testimonios. El congreso se estructuró en cuatro itinerarios temáticos: Palabra, Comunidad, Sujeto y Misión, cada uno con ponencias generales y talleres específicos. Además, se realizaron momentos de oración, como una vigilia y la eucaristía de clausura.

En la ponencia final, se destacaron cinco conclusiones fundamentales:

 

  1. La vocación es un don que se recibe y se entrega: Debe vivirse como una respuesta al amor de Dios, alejándose de una perspectiva de conquista personal para abrazar una actitud de entrega generosa.
  2. La vocación brota de la amistad con Jesús: No hay vocación cristiana sin relación con Cristo. La amistad con Él transforma la vida y impulsa a vivir en comunión con los demás.
  3. La Iglesia como familia vocacional: En ella conviven distintas vocaciones: laicos, sacerdotes y consagrados, aportando cada una su riqueza.
  4. La vocación se vive en comunidad: La comunidad cristiana es el lugar donde se discierne, se acoge y se acompaña la vocación de cada persona.
  5. La misión es fruto de la vocación: Toda vocación auténtica lleva a la misión, al servicio de los demás y al anuncio del Evangelio.

Estas conclusiones buscan promover una cultura vocacional y dar un nuevo impulso a la pastoral vocacional en la Iglesia española.

El presidente de la CEE y Arzobispo de Valladolid, presidió la Eucaristía de envío, que tuvo lugar el domingo a las 12h00. En la homilía, Mons. Argüello instó a los presentes a ser “signos e instrumentos de la misericordia de Dios”, animándolos a “remar mar adentro hacia la espesura de la historia” y a “atravesar las dificultades y anunciar el Reino de Dios” en todos los ambientes, especialmente en el ámbito laboral. Destacó la importancia de encontrar a Jesucristo en el rostro de los pobres y hambrientos, lo que invita a una conversión del corazón y a una lucha conjunta contra lo políticamente correcto, ofreciendo una antropología de comunión frente a la del Estado.

Dirigiéndose a los laicos, los animó a reconocer que forman parte del “pueblo santo de Dios” y a vivir en comunión como el cuerpo de Cristo. A la vida consagrada, les agradeció por ofrecer “ensayos de alabanza, de fraternidad, de acoger a los que están tirados en las cunetas de la historia”, resaltando su papel en guiar al pueblo peregrino.

El Congreso de Vocaciones concluyó con el compromiso de fortalecer la cultura vocacional en una sociedad que a menudo muestra un rostro avocacional o incluso antivocacional. Se invitó a pasar de los sueños a retos concretos para promover esta cultura y dar un nuevo impulso a la pastoral vocacional en la Iglesia española.

Videos y mucho más aquí

Galería de fotos aquí